¿Cómo se educa ahora a los niños?

¿por qué mi hijo es tan egoísta?, ¿por qué es tan berrinchudo?, ¿mi niño tiene una dificultad para tener amigos?… Bueno, si pensamos en que los chicos modelan su conducta a partir de lo observado

”Hay que aprender a pensar en los demás”, es una de las frases que uno escucha de niño, se quedan grabadas para siempre y, sin pensarlo mucho, se convierten en conductas de la vida diaria.

En estos días, cuando uno sale a la calle, ve a muchas personas que viven como si no existiera nadie más; en sus conductas y lenguaje no verbal, no existen los otros. Piensan en lo que necesitan y desean o en lo que ocuparán los hijos o la familia.

¿Aparece alguien más en su campo visual? Tal vez solo el extraño que acaba de empujar, encimársele en la caja del súper para pagar o aventar el automóvil a otro porque va deprisa.

Estas personas después se preguntan ¿por qué mi hijo es tan egoísta?, ¿por qué es tan berrinchudo?, ¿mi niño tiene una dificultad para tener amigos?… Bueno, si pensamos en que los chicos modelan su conducta a partir de lo observado y lo practicado día a día con su respectivo reforzamiento social, pues ahí tienen muchas de las respuestas.

El respeto se aprende y se enseña con las acciones diarias, con las más pequeñas y, al parecer, insignificantes lecciones de los padres o tutores en la casa. Se debe aprender a pensar en los demás, enseñar a ser empáticos con preguntas como ¿hay alguien en casa que está cansado?, ¿cómo lo ayudarías?; ¿hay alguien que está triste?, ¿cómo lo apoyarías?; ¿hay alguien que requiera ayuda para alguna tarea o compra?, ¿cómo podrías resolverlo? En resumen, enseñar a ver y preguntarse ¿necesitas ayuda?, ¿qué puedo hacer?

Antes de saber qué les pasa a tus hijos o en qué has fallado para conocer la causa de sus conductas agresivas e irrespetuosas, piensa ¿cuáles son tus conductas como persona en el día a día?, ¿qué tan empático y respetuoso eres con la familia, amigos, vecinos y extraños?

Si requieres ayuda psicológica gratuita, llama al 800 911 32 32. Siempre se puede mejorar cuando aprendemos a ver, escuchar y cuestionarnos lo que hacemos.