Body Positive

El Body Positive es un movimiento que surgió unas décadas atrás y ha venido tomando auge hace algunos años, su énfasis está en deconstruir la relación que cada persona tiene con su cuerpo, más allá de la aceptación, sino con base en el amor de las diferentes corporalidades.

Por mucho tiempo se nos han impuestos estándares de belleza, nos han hecho idealizar y añorar rasgos específicos en nuestros cuerpos. Mucho tiene que ver el mundo de la moda y las redes sociales por su parte también han contribuido, pero algo está cambiando.

El Body Positive es un movimiento que surgió unas décadas atrás y ha venido tomando auge hace algunos años, su énfasis está en deconstruir la relación que cada persona tiene con su cuerpo, más allá de la aceptación, sino con base en el amor de las diferentes corporalidades.

La realidad es que la presión social nos afecta tanto a hombres como a mujeres y muchas veces se cree que el Body Positive está enfocado solamente a cuerpos gordos, pero no es así. También tiene que ver con cuerpos muy delgados, diferentes tonos de piel, funcionalidades diversas y estaturas variadas entre otras características físicas. 

El Body Positive no solo se trata de aceptar y amar nuestro cuerpo, se trata de no discriminar ningún tipo de cuerpo ya que todos son válidos y merecen respeto. Si algo queda claro es que es la diversidad corporal es nuestra mayor riqueza, es lo que nos hace seres únicos e irrepetibles.

Comprender que nuestro cuerpo es el templo que habitaremos toda nuestra existencia y agradecer todo lo que éste hace por nosotros es dar el primer paso. Gracias a él nos podemos despertar cada mañana, podemos disfrutar, sentir y vivir.

Nuestra manera de pensar no es algo que se pueda cambiar de un día para otro. Es un camino que se tiene que recorrer día a día. Es hacer conciencia de lo socialmente aprendido para poder desprendernos y resignificar. Es reflexionar y trabajar en buscar un equilibrio y si existe algún cambio que realmente se desee hacer, éste venga desde el amor y no desde el odio a uno mismo.

Parte de construir una relación más positiva con nuestro cuerpo es también entender que nuestra carga genética tiene una gran influencia en cada uno de nosotros y eso influirá en nuestra complexión corporal.

Comprender que nuestro cuerpo es el templo que habitaremos toda nuestra existencia y agradecer todo lo que éste hace por nosotros es dar el primer paso. Gracias a él nos podemos despertar cada mañana, podemos disfrutar, sentir y vivir.

Tenemos que dejar atrás la costumbre de juzgar a las personas bajo estándares físicos y también sería bueno comenzar a cuestionar a quienes seguimos en nuestras redes sociales, hay que recordar que mucho de lo que en ellas se publica está retocado o no es del todo verdadero. Sería ideal buscar personas con quienes nos identifiquemos y nos representen de maneras más positivas.

Existen creadores de contenido y activistas que nos comparten está ideología como una propuesta interna y social que refleja la diversidad corporal a través de sus vivencias ya sea en plataformas de video o incluso en versiones podcast.

Es importante recordar que todavía hoy en día es un acto totalmente revolucionario amarnos y sabernos merecedores de ser tal y como somos en una sociedad que constantemente nos enseña a odiarnos.

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